lunes, 3 de septiembre de 2012

domingo, 26 de agosto de 2012

Nuevo día, nueva vida


       Ya estoy aquí, de nuevo, ansiosa por empezar la universidad, pero no tanto por tener que estudiar y trabajar a la vez. Creo que sobreviviré. De todas formas, estoy contenta porque esta podría ser una buena oportunidad para hacer lo que siempre he querido hacer –y no me refiero sólo a tener mi propio blog-. Quiero hacer mis sueños realidad.

       Este septiembre empiezo en una universidad nueva, lejos de casa, en un apartamento de alquiler con otras tres chicas también estudiantes en la misma facultad, solo que no en lo mismo que yo. Hoy, que apenas faltan dos semanas para el comienzo del curso, he decidido venir con mi padre a la gran ciudad, en la que ya había estado un par de veces antes, para ver mi nuevo piso y conocer a mis compañeras.
      
       De Teresa, ya sabía que estudia diseño gráfico, que tiene veintitrés años y una cuenta de twitter chulísima, pues contacté con ella, en esta misma red social para conseguir el piso. Por otra parte, Clara, está acabando un máster en cámara, el último, por lo visto, pero como no quiere trabajar, dice que cuando finalice el curso, ya encontrará algo más que estudiar. No la entiendo.

       Y por último está Inma, la menor, pero sólo hasta septiembre, pues pasará a segundo de filología inglesa este curso. Pero además trabaja en una cafetería cercana a la universidad, en las pocas horas que tiene libres. Me compadecería de ella, si no fuera porque yo tendré que seguir su ejemplo y trabajar y estudiar a la vez, si quiero sacar la carrera de un tirón y sin pedir préstamos, porque los tiempos que corren no pintan bien, según el “experto en política”: mi padre.A pesar de las pésimas predicciones a cerca de mi futuro económico de este, he conseguido trabajo en una tienda de discos y aparatos electrónicos –menos mal, porque dudo que hoy en día se vendan muchos discos- que parece decente y está bien pagado.

       Espero no tener muchas dificultades con lo de estudiar y trabajar a la vez,- que según mi madre no tendré porque ella hacía lo mismo-, aunque supongo que lo peor será la parte de dejar, mi pueblo, pequeño pero acogedor, familia y amigos, y lanzarme a la aventura a una ciudad desconocida, de trabajo desconocido y amigos aún más. Pero tengo suerte de que mis nuevas compañeras de piso parecen buena gente, y ya me han ofrecido ayuda para lo que sea.



       Y ahora sí, me despido deseándoos una vuelta al cole, uni o curro tan buena como la mía o mejor y una foto de mi nueva ciudad, cuyo nombre no diré pero si algunas pistas: es una gran ciudad, con muchos árboles y parques, muy concurrida y con el tráfico muy abundante, inmensos edificios y oficinas, restaurantes y tiendas, puede que tenga un río, y estoy segura de que está cargada de un montón de gente genial, chicos mejores y un torrente desbordante de energía positiva esperándome

lunes, 20 de agosto de 2012

Broadway: So you think you can dance?


       ¿Que tal, veraneantes? Espero que lo esteis pasando genial con la familia y amigos, no como yo, aburridos hasta las trancas en un pueblo marginado de visita a los abuelos y demás parientes que veo una vez al año, -si los veo- y me llenan de besos y me recuerdan lo "alta" que estoy, lo que he crecido, bla, bla ,bla...

       Pero como todo tiene su parte buena, el no tener nada que hacer supone tiempo para publicar, y como el vecino tiene wifi y de vez en cuando pillo, pues me he puesto a ver unos vídeos de un programa de baile que me encanta, -y que por casualidad no es Shake It Up- pero que no entiendo ni papa, ya que es en inglés. De todas formas aquí os dejo dos de los bailes que más me han impresionado, aunque todos son geniales. 
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sábado, 4 de agosto de 2012

Vacaciones



       Mi lugar favorito de vacaciones, la costa. Mi debilidad son las playas. Nada de piscinas con hierba artificial y cloro a mogollón que irrita la piel y los ojos hasta el punto de parecer un tomate-vampiro. Además, para qué nos vamos a engañar, en sitios en los que el agua está retenida, circulando una y otra vez por el mismo lugar y nada más que pasada por una depuradora –si en el ayuntamiento tienen dinero para ponerlo en marcha –a mí me da la impresión de que aquello tiene que estar plagado de “aguitas amarillas”.

       Pero supongo que no soy la única a la que le encanten las playas. Aunque también hay gente que las detesta. Por un decir, hace un par de meses, convencí a unos amigos a pasar al otro lado del charco a pasar unas vacaciones en el mar –aunque algunos preferían el interior, pero ganamos por mayoría- con el dinero recaudado cuidando focas y delfines en un zoo. Suena patético y el sueldo lo es aún más, pero son unos animalillos muy graciosos y se pasa de cine –o de zoo- . El caso es que teníamos el itinerario hecho y todo, para pasar una semana en Miami, cuando la … de la agencia de viajes, encima de robarle el novio a mi hermana mayor hace unos años, nos dice que con cuatro mil euros no nos llega ni para el billete de avión. Tuvimos que apañárnoslas en Brazil. Al final, de trece amigos que teníamos pensado ir, cogimos el avión siete.
       De todas formas, tengo que decir, que no me arrepiento de haberme perdido Miami, porque las playas paradisíacas de Brazil nos bastaron para enamorarnos del lugar y querer regresar. Aun así, también tengo que decir, que la causa principal para que algunos de mis amigos quieran volver no son las playas, sino las zalameras muchachas con acento portugués y traseros y escotes inmenson de los hoteles.
Pero supongo que si el año que viene los “famosos recortes” y los desmesurados gastos de la universidad no han causado grandes estragos en el sueldo de mi familia volveremos a unas vacaciones como estas; de mochila en mano y moteles, como a mí me gusta, sólo que esta vez, no quiero que mi familia se las pierda.

martes, 3 de julio de 2012

Summertime

       Siento no haber publicado en tiempo, pero es que esto de las vacaciones, estresa  más que tranquiliza. Para que os hagáis una idea, con tanta cama y tanta piscina, casi no he tenido tiempo ni de ver la televisión.


       Pero lo que si he recibido, han sido quejas de amigos también traumatizados de tanto paseíto tranquilo a la vera del mediterráneo, y otros cuantos consejos para acabar con el estrés. Entre ellos, el que más me ha llamado la atención ha sido el de salir a correr -sin acelerar demasiado, que con el relajón del veranito la patata no suele estar para muchos trotes,- escuchando música que pueda traernos algún recuerdo bonito. Por ejemplo, estas dos canciones geniales de aquí abajo, como Summer of 69` o Everybody, que pueden recordarnos, aquel hermoso verano, o... Imaginación al J/Poder. Os deseo lo mejor para este verano, y sobre todo, espero que os estreseís muchísimo.


Summer of 69`- Bryan Adams
http://www.youtube.com/watch?v=9f06QZCVUHg


Everybody - Backstreet Boys
http://www.youtube.com/watch?v=O6XE1XRiLeY

miércoles, 16 de mayo de 2012

Felices Juegos del Hambre


       Siento no haber publicado en tiempo, pero aquí estoy de nuevo. Tenía pensado saltarme las excusas y saltar directamente al tema del que tenía preparado para hablar, pero creo necesario explicaros que he estado de exámenes y apenas he tenido tiempo siquiera para comprobar si el vecino se decidía a conectar el wifi de una vez por todas. Y al final lo he conseguido; la tele debía de estar aburrida y, a juzgar por que los timbrazos a altas horas de la madrugada y las llamadas a todas horas han cesado, he llegado a la conclusión de que al pobre Jose, la novia lo ha dejado.

       Pero siguiendo con las excusas, la mas “gorda” que se me ocurre son los finales. No es que me hayan dado ya los resultados, y con tanto examen no es fácil salir con éxito, pero al menos confío en que estén aprobados. Tampoco creo que estén de diez, porque a decir verdad, no me he matado mucho a estudiar, pues considero que hay cosas más importantes que un buen boletín de notas, cuando hay esperanza de triunfar –o al menos no fracasar- en otras categorías.

       El tema de hoy era la nueva peli de la saga de Suzanne Collins, Los Juegos del Hambre que, por cierto, es genial. No he hecho más que terminar la peli y ya estoy empezando con el libro, porque no he podido contener las ganas de empezarlo. Me hubiera gustado leerlo antes, pues siempre he sido más fan de los libros que de las pantallas de TV, pero el sábado pasado, para celebrar el fin de las clases –o eso espero- fui con unos amigos al cine y la vimos.

       Lo que más me fascinó de la peli, fue su brutalidad; me explico, que fueran capaces de matar a varios personajes bastante protagonistas como Rue, en vez de haber creado un ejército entre todos los tributos y echar abajo Los Juegos, que sería lo que yo, y también algunos de mis amigos –cosa que descubrí hablando después de la peli –nos esperábamos.

       Pero supongo que fue eso lo que hace la peli tan especial, el haber sorprendido a su público con algún hecho inesperado. Porque hoy en día, después de siglos de innovación, cualquier simple acto o hecho, por muy original o complejo que sea, nos parece la cosa más normal del mundo. Supongo que la sociedad ha llegado a ser así, por el hecho de que cada día descubrimos nuevos objetos, hechos o teorías, sin buscar la explicación a como se creó o sin llegar a plantearnos la historia que pueda ocultar.



       Por esto mismo, he visto que lo que el público busca son sorpresas y sucesos inesperados, algunos incluso negativos, con tal de que sean novedades, asi que, voy a dejar de aburriros con chapas filosóficas y desearos unos felices exámenes finales, o depende a quien, felices Juegos del Hambre.

domingo, 22 de abril de 2012

Pasiones que matan

       Salto a la Fama; Center Stage. Esta es una película que vi por primera vez hace unos seis o siete años, y por última solo hace unas horas. Pero esta no fue el primer musical que me condenó a bailar durante horas con sus canciones e incluso a apuntarme a clases de baile. Recuerdo ser una enana, de cinco años como mucho y estar sentada en el sofá junto a una amiga de mi madre, a la que también le fascinan las películas de baile, viendo Flashdance. No me hago una idea de cómo demonios me dejaron verla de tan pequeña, pero el caso es que, después de aquello, siempre he querido bailar como Alex

       Suele contarme mi padre que de pequeña le robaba la cinta de Flashdance y bailaba por toda la casa. La obsesión fue a tanto que cambié de colegio para ir a uno en el daban clases de baile. Ballet, lírico, street... los manejaba todos. Mientras tanto, seguía tragándome Grease, Dirty Dancing, Flashdance, Fiebre del Sábado Noche, Havanna Nights, Step Up y demás, una y otra vez.

       Un año traté de ir a un examen para participar en un concurso, pero resultó que ni siquiera pude ir porque me sobraban un par de kilos. ¡Al infierno con el peso! No fui. Sin embargo, todos los años vamos a concursos y exhibiciones de baile, algunos bastante lejos, en los que disfruto y aprovecho cada segundo en el escenario al máximo.
       Para ser sincera conmigo misma, el baile debería ser para disfrutar, no para sufrir como millones de personas -sobre todo chicas- que se matan por conseguir un hueco, aunque fuere minúsculo, en el mundo del baile y acaban destrozadas, como bien se ve en El Cisne Negro, o La Vida Sin Secreto de Paula Izquierdo.

       Y por último, mucho ánimo a todos aquellos que a pesar del esfuerzo que significa conseguir hacerse notar  como bailarines o bailarinas, lo intentan, pagando cada día con lluvias torrenciales de sudor y armados de esfuerzo hasta lo imposible.