Ya estoy aquí, de nuevo,
ansiosa por empezar la universidad, pero no tanto por tener que estudiar y
trabajar a la vez. Creo que sobreviviré. De todas formas, estoy contenta porque
esta podría ser una buena oportunidad para hacer lo que siempre he querido hacer
–y no me refiero sólo a tener mi propio blog-. Quiero hacer mis sueños
realidad.

De Teresa, ya sabía que
estudia diseño gráfico, que tiene veintitrés años y una cuenta de twitter
chulísima, pues contacté con ella, en esta misma red social para conseguir el
piso. Por otra parte, Clara, está acabando un máster en cámara, el último, por
lo visto, pero como no quiere trabajar, dice que cuando finalice el curso, ya
encontrará algo más que estudiar. No la entiendo.

Espero no tener muchas
dificultades con lo de estudiar y trabajar a la vez,- que según mi madre no
tendré porque ella hacía lo mismo-, aunque supongo que lo peor será la parte de
dejar, mi pueblo, pequeño pero acogedor, familia y amigos, y lanzarme a la
aventura a una ciudad desconocida, de trabajo desconocido y amigos aún más.
Pero tengo suerte de que mis nuevas compañeras de piso parecen buena gente, y
ya me han ofrecido ayuda para lo que sea.
Y ahora sí, me despido
deseándoos una vuelta al cole, uni o curro tan buena como la mía o mejor y una
foto de mi nueva ciudad, cuyo nombre no diré pero si algunas pistas: es una
gran ciudad, con muchos árboles y parques, muy concurrida y con el tráfico muy
abundante, inmensos edificios y oficinas, restaurantes y tiendas, puede que
tenga un río, y estoy segura de que está cargada de un montón de gente genial,
chicos mejores y un torrente desbordante de energía positiva esperándome.